Con la obra El Último Calalá, la compañía de danza contemporánea del Tecnológico de Monterrey Campus Chiapas, bajo la dirección de David Serrano, ganó el Premio Nacional de la Convocatoria Posthumanismo a través de la danza de la cátedra Alfonso Reyes.
En entrevista, el coreógrafo y
bailarín, David Serrano dio a conocer que la obra surge como inspiración en la
cosmovisión de la tradición chiapaneca del
Calalá, así como en todo el misticismo que lo rodea y en la permanencia
de la tradición en las nuevas generaciones.
Informó que la pieza, idea
original de la dramaturga Laura Jiménez Abud y él, busca compartir las
vivencias que se tienen en Chiapas: la identidad como herederos de tradiciones
indígenas y mestizas.
“Seguimos siendo frutos de los
primeros andantes y raíces ancestrales, abrazando la danza como territorio
mestizo, donde el cuerpo se vuelve
archivo vivo de la hibridación cultural; donde el cuerpo danzante se
transforma en territorio poético, manifiesto en movimiento. Aún en los
escombros de la historia, podemos seguir creando memoria”, dijo.
Asimismo, detalló que tomaron
como forma de expresión el movimiento y el lenguaje de la danza contemporánea
por su libertad creativa, utilizando la soltura del cuerpo para la exploración
y montaje de las frases de movimiento cargadas de esta cosmovisión que envuelve
a la tradición.
La obra, realizada por la
compañía de danza contemporánea del Tecnológico de Monterrey campus Chiapas, en
colaboración con los campus del Estado de México y Ciudad de México, se desarrolló
a partir de una convocatoria nacional. Cada participante envió su propuesta de
proyecto con el eje central posthumanismo; la pieza fue elegida por la filósofa
Francesca Ferrando.
“Para nosotros representa mucho,
ya que la danza contemporánea en el sur aún enfrenta limitantes en cuanto a
formación y desarrollo profesional.
Poder posicionarnos en plataformas más amplias nos permitirá continuar con
nuestra formación, exploración y crecimiento profesional como artistas en el
Estado, así como seguir motivando a las nuevas generaciones a danzar, prepararse y no abandonar sus
sueños de ser artistas”, compartió David
Serrano.
Sostuvo que el movimiento del sur
tiene su propia particularidad, al igual que la forma de moverse del norte,
centro u otras regiones que se identifican entre sí al verse o nombrarse.
“La danza contemporánea en
Chiapas está impregnada de un fuerte vínculo cultural y de identidad. Por eso,
elegimos una de las tantas tradiciones que tenemos en la entidad. La
inspiración, los elementos, las figuras y los trazos que tomamos de El Calalá fueron la base para la creación de la pieza, los personajes y su
significado. Los sones tocados y los trazos en la danza que se ejecutan dieron
vida y significado a esta pieza contemporánea, que busca poner en la escena el
encuentro y la comunión en un horizonte donde el cuerpo ya no se limita a la
carne, ni la identidad a una sola voz”,
indicó.
El director de la compañía señaló
que El Último Calalá es una coreografía
que, al mismo tiempo, es un canto, un rito
y una construcción del ser chiapaneco desde los ecos del posthumanismo.
“El Último Calalá no es una
despedida, sino una invocación al nuevo. Un venado que regresa, no del pasado,
sino de un futuro donde la identidad ya no es una frontera, sino un cruce de
caminos. Es allí donde el cuerpo danzante se vuelve territorio poético, un
manifiesto en movimiento de que aún en los escombros de la historia, podemos
seguir creando memoria”, puntualizó.
Créditos
Idea original
Laura Abud y David Serrano
Coreógrafo
David Serrano
Diseño y Producción Musical
Sergio Sancén y Brigitte Zetina
Diseño y producción de visuales
Cruz Denise Sánchez Luna y Laila
Gutiérrez Gordillo
Cuerpo de baile PrepaTec Chiapas
Kamila Sikarú Penagos Pérez
Constanza Domínguez Caballero
Valentina Yáñez Martínez
Alejandra Guadalupe Ruiz De Los
santos
Cristina De Los santos Reséndiz
Paulina Martinez Peña
Diseño de vestuario
Clemente Vega y Alberto Castro
Confección
Rosy López
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