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Historia de los refrescos en Chiapas



Datos tomados del libro: Simojovel… ¡De mis amores!  

Edi  Maber Suárez Rodas (escritor, investigador y cronista independiente en Chiapas).

En 1886, el farmacéutico John S. Pemberton inventó en Atlanta, Georgia, Estados Unidos, la bebida “Coca-Cola”. Con el paso de los años, en el año 1926, esta bebida inició su proceso de industrialización en México, y los señores Manuel L. Barragán de Monterrey, y Herman H. Fleishman de Tampico, fueron los primeros empresarios embotelladores de “Coca-Cola” en el país.

Otro gigante refresquero conocido como “Pepsi- Cola” surgió en 1933, y en 1948, estableció su primera planta en Atlacomulco, Estado de México. El inventor de esta bebida creada en Carolina del Norte, fue el químico farmacéutico norteamericano Caleb Bradham. Inicialmente esta bebida se llamó “Bebida de Brad” luego cambió su nombre por “Pepsi-Cola”.

En Chiapas, antes de la llegada de los refrescos embotellados se vendían jugos o bebidas naturales de limón, tamarindo, naranja, sandía, chia, piña, incluso, horchata, tepache, tascalate, agua de coco, posol blanco y de cacao, entre otros más. Sin embargo, a principios de los años veinte comenzó a circular la gaseosa embotellada en frascos de un cuarto y con el paso de los años fue envasada en botellas de medio litro. Estas eran ofrecidas en las refresquerías del centro de Tuxtla, así como en las cabeceras municipales de San Cristóbal de Las Casas, Comitán, Tapachula, en gran parte de municipios del Soconusco y de la Costa chiapaneca. En el caso de Simojovel, Chiapas, desde 1939 comenzaron estas a elaborarse y distribuirse. Los escasos refrescos que llegaron antes de los años cincuenta a la capital chiapaneca lo hicieron a través de la infraestructura ferroviaria vía Arriaga. 

En 1945, en las ciudades de Tuxtla y Tapachula, circulaba el refresco “Manzanita”. Entre 1945 y 1946 en la capital chiapaneca se vendían refrescos de fruta en el negocio de doña María Martínez Reyes y en tanto que, en la refresquería “La Pérgola” comenzó a saborearse el refresco “Hit” (procedente de Monterrey). En ese mismo año el tuxtleco Camilo Espinosa ofrecía refrescos sin gas de: uva, piña, manzana, toronja y agua “Electro Pura” en la Tercera Sur número 17, de esta ciudad capital. 

En 1947, en Tapachula hizo su aparición “Ju-Naranja” en las refresqueras del centro a través de la Embotelladora La Victoria. En este año, circulaban en Tuxtla, refrescos como: Grapette, Pep y Barrilito” distribuidos don Manuel H. Castillo, estas bebidas venían procedentes de la empresa regiomontana de Manuel Guajardo. En 1948, doña Soledad Palomino elaboraba tascalate cien por ciento chiapaneco en la Segunda Sur número 14, de Tuxtla y los distribuía en los locales del centro de la ciudad.

En 1950, en la cabecera municipal de San Fernando, Chiapas, se elaboraban gaseosas en botellas de cerveza “Corona” (de un cuarto), el propietario de esta empresa fue Arturo Gutiérrez Gutiérrez y surtía a la región de Mezcalapa y a la cabecera municipal de Chicoasén. En este mismo año, aparece un refresco procedente de la embotelladora Hidalgo del estado de Puebla llamado “O- Key”, conjuntamente con este aparecieron “Delaware Punch y Jarritos”, don Manuel H. Castillo fue su distribuidor y su local estuvo ubicado en la Tercera Avenida Norte y Octava Calle Poniente de Tuxtla. Otra bebida que surge en este año en la capital chiapaneca fue “Peñafiel” de la Compañía Cervecera Moctezuma, siendo distribuida por Exclusivas en Tuxtla (Casa Pariente), las oficinas de este refresco se ubicaron donde actualmente se encuentra Funerales Tuxtla, el encargado de la bodega fue don José Jiménez González. 

También en 1950, el empresario chiapaneco Carlos Maciel creo la bebida refrescante llamada “MAC”, en tamaño de medio litro, etiquetado en papel, en sabores de fresa, limón, manzanita y naranja, el responsable de la producción y distribución de esta bebida fue Francisco Mancilla. El establecimiento se ubicaba en la Quinta poniente entre Avenida Central y Primera Avenida Norte.

Durante los periodos de gobierno gubernamentales de don Francisco J. Grajales en 1948 a 1952, así como de don Efraín Aranda Osorio en 1952 a 1958, nuestro estado mejoró parcialmente su infraestructura carretera a través de la llamada “Carretera Panamericana”, haciendo con ello, que aumentara el flujo de mercancías procedentes del centro del país a tierras chiapanecas. En 1951 comenzaron a llegar nuevas marcas de refrescos en Tuxtla como “Orange Crush”, mismo que se vendía en las refresquerías del centro y taquerías de la ciudad, como “La Providencia” creada desde 1952 (ubicada al lado del cine Rex). Después en 1953 este refresco fue vendido al público en la planta baja del edificio Corzo. 

En 1952, aparece el “Beibi Ponche” mismo que desde 1953 fue distribuido en la Octava Poniente, posteriormente en Primera Avenida Norte Poniente número 32, por la marca Crystal Mota, que además elaboraba el agua purificada “Crystal” (empresa de la familia Mota).  En el municipio de Huixtla, circulaba la “Manzanita Maldonado” a través de la Embotelladora Maldonado S.A., mientras tanto, en San Cristóbal de Las Casas se producía el refresco “Súper Cristal”. En esta tierra gélida existió otro negocio ubicado en la calle 31 de marzo, dedicado desde 1953 a la fabricación y distribución de refrescos “Nectarín” y agua “Néctar”. 

En Cintalapa, el refresco “El Manantial” era vendido por don Cesar Espinosa Z., en la Avenida Central número 24. Mientras que, en Tuxtla, La “Manzanita Balseca” era ofrecida en los algunos establecimientos de la Avenida Central a finales de 1954. En ese mismo año en la cabecera municipal de Tapachula, la Compañía Verdun, elaboraba el “JU- Naranja” y gaseosas en sabores de fresa, naranja, durazno, limón, uva, tamarindo, piña, y frambuesa, en botellas un cuarto.

La “Pepsi-Cola” se anticipó a la “Coca-Cola” y llegó a tierras tuxtlecas en 1955 a través de Aguas Purificadas del Sur S.A. con domicilio en el kilómetro 1084, mientras que la “Coca-Cola” llegó un año después, por medio de la empresa Embotelladora Sin Rival S.A. de C.V., ambos refrescos tenían el costo de veinte centavos.

En 1958, comienza a circular en Chiapas el refresco “Doble Cola”, este fue distribuido por la Embotelladora Chiapaneca S.A. ubicada en la Tercera Norte esquina Novena Poniente. El refresco “Titán” llegó a Chiapas en 1961, en sus sabores fresa, mandarina, piña, y toronja. 

Entre los años 1970 y 1974, procedente de Veracruz, se vendió el refresco “Coyame” su distribuidor fue José Villanueva Cabrera (que se desempeñara como reportero en conocidos periódicos de la capital chiapaneca) su repartidor fue el simojovelense Gabriel Suárez Rodas. 

Los refrescos como las gaseosas, al ser envasados en frascos de vidrio tenían una ligera desventaja en virtud de que estos, en el mínimo descuido del cliente, se quebraban, razón por la que hubo necesidad por parte de los empresarios refresqueros de solucionar este detalle sustituyendo el envase de vidrio por el de plástico. Sin embargo, algunas ventajas del envase de vidrio, era la calidad original de su contenido, no alteraba el color ni el sabor del envase, era inerte, enfríaba rápidamente y además era higiénico, de ahí los comentarios vertidos en algunas personas que aseguran que un refresco en envase de vidrió sabe más delicioso que uno de plástico que contamina nuestro planeta.

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