Ir al contenido principal

De la madera surge la vida

 

Antes de la lluvia, sobre una calle expuesta al sol, está la casa de Antonio López Gumeta, un artesano que le da vida a la madera. De su padre, quien fue mago ilusionista heredó la ilusión y la fantasía, el truco de transformar las cosas. Aunque Antonio no use capa, ni varita mágica, y tampoco trabaje en circos como Unión y Atayde, sitios en donde su padre laboró, él ha hecho de Suchiapa la más grande carpa, el municipio en donde se ingresa y se percata que la magia existe.

Al ser el hijo menor, no le tocó esas postales orales de vivencias que su padre compartía con sus primeros hijos. No le tocó ver a ese artista de la ilusión. Sin embargo, Antonio encontró su línea artística, el llamado a la transmutación. Con sólo 10 años escuchó a la madera, a las figuras nacientes y a su corazón. Poco a poco fue conociendo a la madera y este caminando en la palma de sus manos.

Hace unos minutos del domingo, abre la puerta e invita que habitemos su hogar. Coloca cerca de su estante sillas de estilo “Acapulco”. Él también se sienta, alrededor tiene una variedad de máscaras de tigres de la Danza del Calalá, algunas son encargos para restaurar y otras más para vender. Sonríe. Tiene la mirada brillosa, como si en sus pupilas se encontrara una raíz de la eternidad. Esa mirada que encuentra en la madera de cedro y huanacaxtle, una forma distinta de nombrar las cosas.

Mientras degusta un vaso de pozol de cacao, narra cómo fueron sus inicios. Tenía 17 años cuando aprendió a hacer máscaras de parachico. Tres años después trabajaba en el taller de su maestro Mariano Venturino Champo. Luego aprendió a hacer las máscaras de cabeza de tigres y de toro, así como esculturas y tallados.

Fue a los 28 años cuando se independizó y comenzó su propio taller.

—En este arte no se acaba de aprender. Hay que ir innovando. Este trabajo es para siempre, hasta que Dios se acuerde de mí. Es mi vida, mi sustento económico.

Esta última frase lo ha dicho con una acentuación que permite reconocerle la pasión que siente por su oficio, que ya contagió a uno de sus hijos.

—De un trazo de madera surge algo más, ¡es mágico! Me siento contento cuando gano, pero también cuando no gano porque al menos han conocido mi trabajo. Ya no me quedo con las ganas o el saber el impacto que puedo tener. He corrido con la oportunidad que, pese a no ganar algún premio terminan comprando mi pieza.

Antonio dice que, si no se hubiera dedicado a ser artesano, tal vez sería campesino. Hablaría con la tierra, con el sol y con el agua. Aunque también, en este oficio se acompañaría de la creación de la naturaleza.

Tiene más de 25 reconocimientos a nivel estatal y nacional. Ha ganado premios, como en este 2021, cuando obtuvo el tercer lugar del concurso de Máscaras, con la máscara de parachico, la cual le llevó 14 días tallarla.

También hace máscaras de tigre, tallados, resana objetos, crea imágenes religiosas y esculturas. Actualmente, trabaja en la elaboración de una máscara de parachico que medirá 80 centímetros.

—Suchiapa es tierra de artesanos, más allá de ignorados, estamos abandonados. Estamos orgullosos de nuestro quehacer, y es importante que conozcan lo que acá se produce, lo que es nuestra cultura.

Antonio seguirá sin capa y sin varita mágica. Pero siempre dispuesto a mostrar cómo nace la vida desde un trozo de madera, y cómo sus manos permiten mostrar eso que sueña y llama a diversas horas del día.


Comentarios

Entradas populares de este blog

El teatro en los medios de comunicación

  Karla Gómez   *Texto presentado en el evento “Tejido teatral en Chiapas”, en noviembre de 2023, a alumnos y alumnas de la licenciatura en Artes Escénicas: Teatro, de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. ¿Qué papel ocupa el teatro en los medios de comunicación? ¿A qué audiencia llega? ¿Quiénes consumen teatro en los medios de comunicación? ¿De qué manera se cubren las propuestas escénicas? ¿Desde qué perspectiva se escribe? Para responder estas preguntas, primero hablaré de los públicos tuxtlecos, de los teatreros y de la presencia de los medios en actividades artísticas. Si bien Chiapas es un estado multicultural y diverso, y Tuxtla Gutiérrez, una ciudad en constante crecimiento urbano que aún conserva sus tradiciones, también tiene sus bemoles. Pese a su oferta cultural y artística, aún tiene una deuda de público, carece de ese individuo que tiene la necesidad de consumir un producto, de dialogar con la escena, en este caso específico con el teatro, y con ello, vivir una e

Alicia en el país de las maravillas, contribuye a la formación de públicos

Frente al escenario, Mathilda (Lucero Zavala), una joven de 15 años lee. Sostiene el libro mientras es iluminada con una luz cenital. No hay  escenografía, solo luces frías y cálidas que matizan el inicio de la obra. Atrás de ella está Alicia (Marcela Coral), una niña de siete años, quien luego de unos minutos cae en un pozo. La caída, duradera y extensa, es acompañada de luces de tonos fríos: verde y azul, recreando así un efecto que provoca que el público descienda con ella hasta lo más profundo del vacío. De esta manera inicia la obra Alicia en el país de las maravillas, del autor Carol Lewis, adaptada y llevada a escena bajo la dirección de Lennin de Zunún, con la participación de las y los alumnos del Taller de Teatro del Teatro de la Ciudad Emilio Rabasa y el grupo Ensueño Teatro. El montaje que dura una hora y 15 minutos y es presentada divida en dos tiempos, cuenta en visuales con Ana Ferral; en la iluminación, Dalí Saldaña; en la música original, Joshua Montesinos y Eduardo Ro

¿Por qué a los tsotsiles de Carranza se les llama Totikes?

  Juan Martín Coronel Lara Cronista de Venustiano Carranza, Chiapas En la ciudad de Venustiano Carranza así como en las localidades de Paraíso del Grijalva y Trinidad Ok´il habitan familias hablantes de la variante dialectal tsotsil de San Bartolomé de Los Llanos, las cuales se diferencian lingüística, cultural e históricamente de los tsotsiles de las tierras altas de Chiapas.  En Venustiano Carranza existe una institución tradicional, cuya figura central, los Principales, se encargan de organizar las fiestas religiosas del ciclo festivo anual. Los Principales, de cierta manera son herederos de las antiguas cofradías coloniales y del ahora extinto cabildo de indios y sus funciones competen exclusivamente al ámbito religioso.  Es de uso común el empleo de la palabra “Totikes” para designar a los habitantes de esta ciudad: tiendas comerciales, organizaciones agrarias, grupos de ciclismo etc., llevan este nombre, en la cabecera municipal. En el seno de los Principales se cuenta un relato