Ir al contenido principal

Rodolfo Disner Clavería, el alquimista

 



Me gustas cuando callas porque estás como ausente, y desde lejos escucho tu voz, y tu voz no me toca, parece que los ojos se te hubieran volado, parece que un beso te cerrara la boca, recita el artista plástico Rodolfo Disner Clavería, sentado en una silla, mientras el sol de mayo se desvanece en el patio de la Galería que lleva su nombre. 


Desde pequeño la poesía siempre lo atrajo, por lo mismo, se aprendía diversos poemas como del chileno Pablo Neruda. Además, él  era declamador oficial de los lunes escolares. Su gusto por este género literario lo incitó a construir textos poéticos. Su voz aún aguarda y replica versos, ya que la poesía aún resplandece en él.


Pese a ello, decidió hacerse una trayectoria como ceramista, después de estudiar en la Academia de San Carlos de 1956 a 1960,  una de las escuelas más importantes de Latinoamérica, donde pasaron muchos pintores famosos como David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera, así como otro chiapaneco: César Corzo. 


⸺Fue muy importante porque aprendí sobre historia del  arte y todas las técnicas de la pintura: al óleo, en temple de huevo, en cauce y cera caliente, por mencionar algunas⸺, expone el entrevistado quien viste una camisa amarilla y pantalón gris.


El nacido en Huixtla en 1931 y Premio Chiapas en Artes en el año 2000, hacía figuras con barro a los 10 años. A los 12 años, le comentó a su padre de origen ucraniano, la inquietud de estudiar artes en la Ciudad de México.


**

La obra de Disner tiene vida, tiene mar, tiene esa fuerza de los nacidos en la costa, de descostrar las olas y avanzar hasta ser tan lineal como el cielo y esa masa salada. Se pueden apreciar sirenas, personajes amorfos, el mar, así como elementos religiosos como cruces, jesucristos, sin pasar desapercibido los Quijotes.



⸺¿Qué tan necesario es el mar en su obra?

⸺El mar es tan necesario en mi obra, todo Paredòn está rodeado de mar, por eso pinto sirenas. Me hubiera gustado ver una, aunque a veces veo una en Puerto Arista, sin cola y que no anda en el mar⸺, contesta de manera chusca el creador diestro, que no deja de reírse.


Pese a adquirir dominio con las técnicas en pintura, la cerámica fue una disciplina que lo encontró de repente después de una clase.


⸺Mientras cursaba la carrera, en un horario de siete de la mañana a siete de la noche, me metí a un taller de cerámica impartido por un oaxaqueño con el que aprendí a tornear, entre otras cosas. Posteriormente, un maestro japonés,  nos decía que la única técnica que dura toda la vida es la cerámica, haciendo referencia a los murales de Mesopotamia que llevan alrededor de 3 mil años de antigüedad y están intactas.


⸺¿Cuándo comienza a trabajar la cerámica de manera formal?

⸺La cerámica la inicié con una obra hecha en un ladrillo donde pinté un paisaje. Fue como recordé lo que me dijo mi maestro japonés, sobre la inmortalidad de esta técnica. De ahí partió mi experiencia. Fue en 1972, en el taller que tuve en Tonalá,  donde empecé a trabajar en otras técnicas e hice muchas obras y grandes descubrimientos. Sin embargo, gran parte de mi obra se encuentra en colecciones privadas, porque vivía de la venta de mis piezas. En ese lugar logré ese tono en oro, fueron días donde encendía el horno y metía la obra, junto al esmalte, los colores y el blanco estaño; y, es lo que transforma el óxido de estaño en cobre, en ese color que ves tú: oro. 


El muralista de Meditaciòn a nuestros orígenes, obra que tardó un año en hacerlo y cuenta con 2 mil 400 tabiques, que se encuentra en la Biblioteca del Centro Cultural “Jaime Sabines”, confiesa que en este proyecto toma al sol como el dador de la vida.


⸺Puse una mujer dando a luz, está presente el ambiente del mar con los peces. Es una combinación de todo.


Antes de dedicarse a la creación trabajó en farmacias, primero en Tonalá preparando recetas, y posteriormente, en la Ciudad de México.


⸺Después de los constantes viajes que hice a la Ciudad de México, me establecí en ese lugar. Viví en la calle Soledad, cerca del Palacio Nacional. La casera me daba desayuno, comida y cena, así como un cuarto por un pago de 80 o 90 pesos. Me puse a buscar trabajo, hasta que encontré una publicación en el periódico que decía: Se solicita empleado que sepa de patente para trabajar en farmacia. Llegué, y me hicieron la prueba:

⸺De qué laboratorio es tal medicamento, me preguntaron. No supe què contestar ⸺, dijo entre risas. “Mire, necesitamos a alguien que conozca de qué laboratorio son algunas fórmulas”, me dijeron. Sin embargo, pasado un tiempo, vi nuevamente la publicación donde la Farmacia de Dios solicitaba empleado. Regresé y les dije: “Ya ni me pregunten nada, porque no lo sé”.  El empleado se metió y después de unos minutos salió con una escoba y recogedor de basura, ¡me dio el empleo de barrendero! El ascenso llegó cuando me mandaron a barrer a la bodega, (ríe).





Disner recuerda con mucho cariño todo lo que ha vivido en estos 85 años, el cual, considera una gran experiencia de vida; de las posibilidades que le ha dado la cerámica, misma que le permitió ser reconocido como Premio Chiapas. Así también  de las clases de dibujo y cerámica que daba en su taller, o en la secundaria o prepa. Así también, su paso como maestro en la Unach de Tonalá, campus IX; institución educativa donde hizo un escudo y otros trabajos que se encuentran en los corredores. Sin omitir, a la Comisión Federal de Electricidad, espacio donde se encuentra un mural. Sin pasar desapercibida la exposición que hizo en San Diego, California, y piezas que se convirtieron en  colecciones privadas, entre ellas del actor Jack Nicholson, entre otros.


⸺La etapa más maravillosa de mi vida fue cuando estudiaba la primaria. Vivía en un rancho donde no había luz ni teléfono. Pasaba un río que nace desde las inmersiones de las ruinas de la zona arqueológica. Otras anécdotas es cuando fui al cine y vi la película de Frankenstein. Cuando inició la película yo estaba sentado en las primeras filas, pero ya casi al final estaba en la última butaca del cine, por el miedo (ríe). 


A Rodolfo le gusta la arqueología y se  ha acompañado de música de Beethoven y boleros para crear. Tiene pinturas guardadas, donde resalta paisajes, entre ellas, de Puerto Arista. Dice que la genética es importante, que haberse convertido en ceramista le viene de su mamà, de origen tonalteca, donde los mayas se asentaron. También de su papá, ya que dejó su casa, y, en compañía de amigos, vinieron en un barco por el mediterráneo, a este país que en ese momento era una leyenda y desembarcaron en Veracruz. Por ende, su papá llegó a Chiapas en donde tuvo  hijos. Por eso su andar, por eso su vida en el mar.


**


⸺Les he dicho a mis hijas que me hagan bastidores para pintar. Dejé de crear por mi estado de salud en la columna, pero ya empezaré e incluiré a mujeres amorfas y paisajes. Aunque con la cerámica es un tanto complicado, a veces los tabiques se parten cuando se meten en el horno y hay que volverlos a quemar. Mi hija Dinora se encuentra interesada, igual que un muchacho, espero volver a hacer piezas.


Él, a veces sueña que está cociendo en el horno sus piezas, ve el fuego de cerca, de nuevo, como otros días. Sueña con la posibilidad que le da la técnica, el de ser y hacer en sus manos la inmortalidad de cada pieza, como el alquimista que es.


Disner nació con la devoción de la investigación y creación, rodeado de mar. Le gusta el color amarillo por las posibilidades que este tono le permite. Tiene la piel de arena, los ojos brillosos como un faro. 

Sonríe como si frente a él surgiera el mar, pero es Matilda, la gatita que se ha acercado para recibir toda esa brisa de la vida que ha ido adquiriendo. 


El sol se ha ido, ha quedado guardado en el vestido azul de la costa, y a mí me queda esa voz de ola, de calma y gentileza que se escuchaba cuando uno llegaba a la Galería Disner y èl, como buen creador nos dibujaba. 

Ahora el maestro Disner es una pieza de cerámica, ha conseguido su inmortalidad con el arte, con esas manos que aprendieron hablar en otro lenguaje.


Comentarios

Entradas populares de este blog

El teatro en los medios de comunicación

  Karla Gómez   *Texto presentado en el evento “Tejido teatral en Chiapas”, en noviembre de 2023, a alumnos y alumnas de la licenciatura en Artes Escénicas: Teatro, de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. ¿Qué papel ocupa el teatro en los medios de comunicación? ¿A qué audiencia llega? ¿Quiénes consumen teatro en los medios de comunicación? ¿De qué manera se cubren las propuestas escénicas? ¿Desde qué perspectiva se escribe? Para responder estas preguntas, primero hablaré de los públicos tuxtlecos, de los teatreros y de la presencia de los medios en actividades artísticas. Si bien Chiapas es un estado multicultural y diverso, y Tuxtla Gutiérrez, una ciudad en constante crecimiento urbano que aún conserva sus tradiciones, también tiene sus bemoles. Pese a su oferta cultural y artística, aún tiene una deuda de público, carece de ese individuo que tiene la necesidad de consumir un producto, de dialogar con la escena, en este caso específico con el teatro, y con ello, vivir una e

Alicia en el país de las maravillas, contribuye a la formación de públicos

Frente al escenario, Mathilda (Lucero Zavala), una joven de 15 años lee. Sostiene el libro mientras es iluminada con una luz cenital. No hay  escenografía, solo luces frías y cálidas que matizan el inicio de la obra. Atrás de ella está Alicia (Marcela Coral), una niña de siete años, quien luego de unos minutos cae en un pozo. La caída, duradera y extensa, es acompañada de luces de tonos fríos: verde y azul, recreando así un efecto que provoca que el público descienda con ella hasta lo más profundo del vacío. De esta manera inicia la obra Alicia en el país de las maravillas, del autor Carol Lewis, adaptada y llevada a escena bajo la dirección de Lennin de Zunún, con la participación de las y los alumnos del Taller de Teatro del Teatro de la Ciudad Emilio Rabasa y el grupo Ensueño Teatro. El montaje que dura una hora y 15 minutos y es presentada divida en dos tiempos, cuenta en visuales con Ana Ferral; en la iluminación, Dalí Saldaña; en la música original, Joshua Montesinos y Eduardo Ro

¿Por qué a los tsotsiles de Carranza se les llama Totikes?

  Juan Martín Coronel Lara Cronista de Venustiano Carranza, Chiapas En la ciudad de Venustiano Carranza así como en las localidades de Paraíso del Grijalva y Trinidad Ok´il habitan familias hablantes de la variante dialectal tsotsil de San Bartolomé de Los Llanos, las cuales se diferencian lingüística, cultural e históricamente de los tsotsiles de las tierras altas de Chiapas.  En Venustiano Carranza existe una institución tradicional, cuya figura central, los Principales, se encargan de organizar las fiestas religiosas del ciclo festivo anual. Los Principales, de cierta manera son herederos de las antiguas cofradías coloniales y del ahora extinto cabildo de indios y sus funciones competen exclusivamente al ámbito religioso.  Es de uso común el empleo de la palabra “Totikes” para designar a los habitantes de esta ciudad: tiendas comerciales, organizaciones agrarias, grupos de ciclismo etc., llevan este nombre, en la cabecera municipal. En el seno de los Principales se cuenta un relato