Juan Martín Coronel Lara
Cronista de Venustiano Carranza, Chiapas
A mi me encanta caminar el barrio El Convento e imaginar cómo fueron sus casas antiguas de bajareque y palma, los extensos sitios empedrados y las angostas veredas. Me alegra ver a Pax Tsaljol, Pax Vin, Bal Mis, Man Ixim, Katal Ik´ats, Petul Ton, José Ik´ats, Lucía Ixim, Tiek Vin y algunos otros más, guardianes y continuadores del amplio legado de los PrincipalesTotikes.
Ch´ul Konvento -como le llaman en tsotsil- es uno de los cinco barrios indígenas antiguos de SanBartolomédeLosLlanos y, desde mi perspectiva, una unidad socioterritorial clave para el estudio de los procesos históricos que ha vivido la ciudad.
Desde esta óptica, no es casual que el antropólogo Marcelo Díaz de Salas, investigador de la Universidad de Chicago, se halla establecido allí, entre 1960 y 1961, para estudiar las costumbres Totikes. A la fecha la información más amplia de que disponemos sobre la religión indígena local procede precisamente de este barrio. Convento siempre ha sido, pues, protagonista del acontecer social de CarranzaChiapas, tampoco es casualidad que junto a Paraíso del Grijalva, con quien guarda estrechos lazos, hayan constituido el bloque antagónico a la Casa del Pueblo, pero esa es otra historia.
A pesar de las transformaciones sociales que ha experimentado -y, eso se debe en parte debido a que el acceso principal de la ciudad divide el barrio-, aún existe la tradición en la formación de Principales, de hecho algunos de los de mayor rango habitan allí.
Resulta paradójico que en El Convento, donde la lengua tsotsil ha caído en desuso entre las jóvenes generaciones, tenga lugar parte de los ritos indígenas ancestrales. Las ofrendas indígenas de Poko´ Nichim fueron antaño, especialidad de los hombres de este barrio y, en la actualidad la visita inaugural a la cima del Ch´ul Vits, los ritos de Semana Santa con la cruz mayor y las fiestas de San Miguel Arcángel, Santísima Trinidad, San Pedro y San Pablo son organizadas por los de este barrio.
La imagen titular del santo patrono SanBartolomé y su fiesta indígena también está en manos de esta asociación barrial. Los Principales del Convento sueñan con los antepasados quienes habitan el cerro sagrado y quizás, allí, cuando los ancianos mueran, los jóvenes ya hispanohablantes soñarán a los Rayos quienes dictaran los deberes de la tradición conventera.
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