Entre veladoras de
colores e imágenes religiosas, el artesano Jorge Liévano restaura y pinta
algunas esculturas católicas, que por descuido o accidente parecen mutilados.
Desde “Místicos arcoíris”, local 205, del Mercado
Rafael Pascacio Gamboa, Jorge, con tanto sólo 30 años de edad, le da
continuidad a uno de los oficios más nobles y más olvidados en la actualidad.
Sobre la mesa del
negocio se observan niños Dios de todos los tamaños y años de antigüedad.
Ellos, esperan ser reconstruidos para poder ser celebrados en nacidas o
sentadas antes del 2 de febrero, Día de la virgen de la Candelaria. Otros
santos se enfilan para ser coloreados y contar con aspecto de nuevo y fresco.
Los diversos
materiales, como: fibra, porcelana y madera, no son un impedimento para que él
realice su labor, y logre cumplir con su don, con lo que sus manos pueden hacer
y crear. Diariamente arregla de cuatro a 10 esculturas, aunque dependerá de la
fractura y la elaboración de moldes para arreglarlo.
Por ello, el artesano
considera que desde diciembre a febrero son fechas fuertes, pues logra tener
mucho trabajo de restauración. Aunque compara este 2020, con el año pasado,
siendo este el año que más trabajo ha tenido, pese a que hay familias que ya no
realizan esta celebración o, guardan las esculturas y no las mandan a resanar o
terminan tirándolos a la basura.
Y es que, de acuerdo
con datos del 2010 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi),
Chiapas ocupa a nivel nacional el primer
lugar con menos población católica. Pues se estima que sólo hay aproximadamente
dos millones de personas que profesan esta religiosidad.
Así también, otro
aspecto que minimiza la práctica de este trabajo, es el nulo acercamiento de
los jóvenes en Tuxtla Gutiérrez, puesto que desean emplearse en otros tipos de
trabajos.
Sin embargo, el
artesano, hace 10 años decidió dejar de estudiar Enfermería y Medicina, y
convertirse en el enfermero de los santos. Bajo la guía de su maestro, dio
inicio en esta encomienda.
Aún recuerda cuando
intentó arreglar una imagen, el cual no le salió bien.
“Él me dijo, cuando se
inicia nunca sale a la primera, hay que practicar y practicar”, dijo, “yo
sólo puedo compartir la satisfacción que me deja mi trabajo, de escuchar que a
las personas les gusta lo que hago”.
Comentarios
Publicar un comentario