Selene Argueta obtuvo el Premio Estatal de Poesía Escrita por Mujeres La
Terrestre Raíz de las Palabras 2025 con el poemario Parir bajo la lluvia,
convocado por el Puente Cultural del Sur-Sureste.
De acuerdo con el jurado calificador, integrado por las escritoras
Refugio Pereida, Grace Licea y Beatriz Pérez Pereda, se decidió otorgar por
unanimidad el premio al poemario Parir bajo la lluvia, presentado bajo el
seudónimo Matrioska, por ser una obra poética sobre la maternidad y el derecho
de la mujer a decidir sobre su cuerpo; un canto a la tierra donde el cuerpo
femenino se entrelaza con el paisaje.
“Es una poesía que celebra la fuerza y la feminidad. La estructura del
poemario contiene momentos de logros poéticos sobresalientes, presentando
imágenes agudas y potentes, con una unidad temática y un tono sostenido que le
otorgan belleza”, señala el jurado en el acta dictamen.
En entrevista, Selene Argueta afirma que la poesía es una forma profunda
de expresión de aquello que sentimos, vemos y escuchamos: “Es el medio de
manifestación a través de la palabra, que de algún modo libera y protesta”.
Por ello, comparte sentirse contenta y agradecida con el Ayuntamiento de
La Independencia por el apoyo y respaldo a la convocatoria: “Por supuesto,
también muy agradecida con el Puente Cultural del Sur-Sureste por el
lanzamiento de la convocatoria La Terrestre Raíz de las Palabras 2025”.
Asimismo, menciona que el poemario surge del acercamiento y testimonio
de mujeres que fueron desplazadas en la región a causa del cr1m3n org4niz4d0,
con especial énfasis en aquellas que dieron a luz durante el trayecto, fuera de
sus hogares y en condiciones en las que sólo la naturaleza fue testigo del
alumbramiento.
Para la poeta, conocer estas historias, junto con los detalles del
desalojo y las experiencias vividas en el camino hasta llegar a los refugios
habilitados en Comitán, dejó en su memoria una clase de información que no
podía permanecer ahí sin ser contada.
“Fue como llenar un cántaro de emociones contenidas, de gritos y
denuncias que estas mujeres no podían hacer. Definitivamente, lo tenía que
escribir”, añade.
Sobre la estructura del poemario, comenta que está compuesto por 19
textos de largo aliento, en los que se muestra la condición humana de las
mujeres en el proceso del desplazamiento, en especial de aquellas embarazadas o
que dieron a luz en esas circunstancias.
“También
muestro parte del ecosistema de nuestra región, destacando un elemento natural
en casi todos los textos: la lluvia. Hablar del cuerpo femenino y de la
maternidad no fue intencional; surgió de manera espontánea por la temática que
comenté anteriormente. Pude haber hablado del papel de los hombres como escudos
humanos en los enfrentamientos, por ejemplo, pero decidí hablar de la
maternidad porque fue un factor constante en las charlas que tuve con esas
mujeres. Como mujer, la maternidad me cambió para siempre, y aunque la hemos
romantizado, no es así: la maternidad es bella, pero también es difícil, hay
que decirlo. En este contexto, bajo este fenómeno social, representa, en el
sentido más profundo, la manifestación más pura del poder femenino”,
puntualiza.
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