Ir al contenido principal

Alberto teje con el corazón



Es momento de una tarde de domingo que trajo a Tuxtla un poco de calma, pero más sed. Una sed de agua, de viento, pero también de hombres que revolucionan, que se revindican, que se visibilizan a través de los tejidos.

El tejedor Alberto López Gómez del municipio de Aldama, es un hombre alto y delgado. Trae consigo una camisa blanca que diseñó y la voz de su madre Margarita Gómez Sàntiz, quien le transmitió los conocimientos sobre el tejido, de igual forma, como a ella le confiaron esta actividad cuando tenía cinco años.

— Cuando tenía 18 años, le dije a mi mamá que me enseñara a tejer y le pregunté cómo se hacen los brocados y las prendas. Luego aprendí a diseñar. En ese tiempo, la gente generaba rumor y chisme. Vivimos en una comunidad donde ya está establecido los comportamientos de cada uno de acuerdo al género. Fui discriminado por iniciarme en este oficio. Pero gracias a mi mamá, quien estuvo a mi lado y fue mi gran maestra, pude salir adelante. Demostré que también los hombres podemos tejer y que podemos combinar nuestras labores del campo con el telar de cintura — cuenta con mucha soltura, con su voz fresca y dulce. 

Alberto tiene fe, confía en Dios y en María Magdalena. Ella le dio la oportunidad de dar a conocer el tejido plasmado desde los antepasados. Espera que en el futuro se le conozca como el gran historiador del pueblo. O como el creador, el diseñador de textil, el hombre que revolucionó la tradición de un pueblo, el que demostró que también los hombres pueden tejer e hizo del tejido la voz de la comunidad, de la entidad y de México.

Desde hace seis años trabaja con el proyecto independiente K' uxul Pok, en donde involucra a más de 350 mujeres y hombres provenientes de varios municipios.

—Ahora nos están pagando bien las prendas, valoran nuestro trabajo. Eso cambié en mi pueblo. Hay hombres que tejen con su familia y trabajan el telar de cintura. Ahora es aceptado que un hombre teja. 

El tejedor aún conserva las primeras prendas que hizo: unos tapetitos que tejió, el cual observa para inspirarse, ya que le recuerdan sus inicios y le permite valorar todo lo que ha logrado. Es feliz. No sólo lo dice, lo demuestra con esa sonrisa marcada en el rostro; y con esa mira que ilumina, que alumbra a un oficio ancestral. 

—Este oficio es importante porque mi mamá me dejó la herencia de mi abuela, de los antepasados que nos han dejado el tejido, lo que nos representa en Chiapas, en México, es patrimonio cultural. La verdad, cuando empiezo a tejer me inspiro en muchas cosas, me concentro. Dejo mis historias y mi corazón en cada prenda, para mí es importante dejar mi huella en cada prenda.  Hago combinación de colores y lo tradicional, luego le enseño a hombres y mujeres involucrados en el proyecto. Queremos dar a conocer más esta obra de arte. Muchos diseñados plagian y se adueñan de las prendas, deben de poner los créditos y el pago que sea de cincuenta y cincuenta por ciento, entre artesana y diseñador.

El entrevistado tiene 32 años. Evoca a su madre quien falleció de 98 años edad y le dijo “ya me toca descansar, me voy feliz, triunfa, te veré desde el cielo”. Menciona que, a veces es complicado tejer, sobre todo, cuando no se está concentrado o tiene problemas y preocupaciones.

—Los hilos también lo sienten, se amarran la parte del brocado. A veces yo mismo le digo y les hablo a mis hilos y les pido disculpas. Cuando estás de buen humor lo sienten los hilos, lo escuchan. Estamos conectados en todo, se siente algo importante en mi corazón cuando empiezo a bordar, es algo que también me inspira.

Alberto tiene un taller en San Cristóbal de Las Casas. Desde ahí, teje escuchando a la naturaleza, al sonido del aire y de los pajaritos; escucha la voz del tiempo que comparte en cada prenda.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El teatro en los medios de comunicación

  Karla Gómez   *Texto presentado en el evento “Tejido teatral en Chiapas”, en noviembre de 2023, a alumnos y alumnas de la licenciatura en Artes Escénicas: Teatro, de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. ¿Qué papel ocupa el teatro en los medios de comunicación? ¿A qué audiencia llega? ¿Quiénes consumen teatro en los medios de comunicación? ¿De qué manera se cubren las propuestas escénicas? ¿Desde qué perspectiva se escribe? Para responder estas preguntas, primero hablaré de los públicos tuxtlecos, de los teatreros y de la presencia de los medios en actividades artísticas. Si bien Chiapas es un estado multicultural y diverso, y Tuxtla Gutiérrez, una ciudad en constante crecimiento urbano que aún conserva sus tradiciones, también tiene sus bemoles. Pese a su oferta cultural y artística, aún tiene una deuda de público, carece de ese individuo que tiene la necesidad de consumir un producto, de dialogar con la escena, en este caso específico con el teatro, y con ello, vivir una e

Alicia en el país de las maravillas, contribuye a la formación de públicos

Frente al escenario, Mathilda (Lucero Zavala), una joven de 15 años lee. Sostiene el libro mientras es iluminada con una luz cenital. No hay  escenografía, solo luces frías y cálidas que matizan el inicio de la obra. Atrás de ella está Alicia (Marcela Coral), una niña de siete años, quien luego de unos minutos cae en un pozo. La caída, duradera y extensa, es acompañada de luces de tonos fríos: verde y azul, recreando así un efecto que provoca que el público descienda con ella hasta lo más profundo del vacío. De esta manera inicia la obra Alicia en el país de las maravillas, del autor Carol Lewis, adaptada y llevada a escena bajo la dirección de Lennin de Zunún, con la participación de las y los alumnos del Taller de Teatro del Teatro de la Ciudad Emilio Rabasa y el grupo Ensueño Teatro. El montaje que dura una hora y 15 minutos y es presentada divida en dos tiempos, cuenta en visuales con Ana Ferral; en la iluminación, Dalí Saldaña; en la música original, Joshua Montesinos y Eduardo Ro

¿Por qué a los tsotsiles de Carranza se les llama Totikes?

  Juan Martín Coronel Lara Cronista de Venustiano Carranza, Chiapas En la ciudad de Venustiano Carranza así como en las localidades de Paraíso del Grijalva y Trinidad Ok´il habitan familias hablantes de la variante dialectal tsotsil de San Bartolomé de Los Llanos, las cuales se diferencian lingüística, cultural e históricamente de los tsotsiles de las tierras altas de Chiapas.  En Venustiano Carranza existe una institución tradicional, cuya figura central, los Principales, se encargan de organizar las fiestas religiosas del ciclo festivo anual. Los Principales, de cierta manera son herederos de las antiguas cofradías coloniales y del ahora extinto cabildo de indios y sus funciones competen exclusivamente al ámbito religioso.  Es de uso común el empleo de la palabra “Totikes” para designar a los habitantes de esta ciudad: tiendas comerciales, organizaciones agrarias, grupos de ciclismo etc., llevan este nombre, en la cabecera municipal. En el seno de los Principales se cuenta un relato