Darwin Mendoza, es un reportero cultural y fotógrafo con ocho años de trayectoria. Actualmente labora para el Cuarto Poder. Es licenciado en Comunicación y maestrante en Mercadotecnia y Publicidad. Ha comentado libros en ferias de libros y ha tomado talleres de géneros periodísticos y de Periodismo Cultural con Ariel González, editor de Cultura del periódico Milenio.
Es un admirador de José Ramón Fernández, quien ha sido toda una escuela del periodismo deportivo y de David Faitelson, con sus colores sobre el deporte. A ambos personajes de DeporTV, esperaba Darwin cada domingo "verlos y escucharlos es un deleite".
Asimismo admira al cronista José Luis Castro y a los periodistas Fabián Rivera y Verónica Huesca. Así como a Carlos Monsiváis, autor que le encanta y próximamente leerá en "Los rituales del caos".
Es un lector de narrativa, de cuentos y novelas. Tiene como autores favoritos a Rosario Castellanos, Alejandro Molinari, Hèctor Cortès Mandujano, Luis Antonio García y Eraclio Zepeda. También Julio Cortázar, Horacio Quiroga, Mary Shelley, Oscar Willde y George Orwell.
Él sale a correr por las noches, hace ejercicio con mancuernas. Se divierte con los videojuegos. Su equipo favorito de fútbol es el Toluca. La música que escucha cambia de acuerdo a su estado de ánimo. Dice que si tuviera la oportunidad de llevar una playlist a una isla desierta estaría integrada de: DLD, División Minúscula, Motel, Los Ángeles Azules, Moderato, Fun, Maroon 5, 4 Non Blondes. Y también incluiría canciones de la Orquesta Sinfónica de Chiapas, sobretodo, los temas que se cantaron en el concurso Isabel Soria.
En la computadora de la oficina, tiene varias carpetas archivadas de todo lo que ha publicado en la empresa periodística donde labora. Revisar el archivo de fotos se ha convertido en su pasatiempo favorito, ver rostros u obras que contempló. Este trabajo de fotoperiodismo da cuenta de lo que ha suscitado a lo largo de los años. Por tanto, le gustaría que esté al alcance de todos.
"Uno de mis proyectos a futuro es que una persona seleccione una foto de la carpeta y escriba crónica", dice.
Y es que, nunca imaginó que se pudiera detener el tiempo y el espacio y mucho menos a manejarla: "Lo que me gusta de la imagen es que puedes regresar a los pensamientos, puedes detener la vida".
A él se le suele ver reporteando en museos, foros y espacios autogestivos. Siempre atento, acompañado de su cámara fotográfica, convirtiéndose en el ojo de los hechos. Para él este oficio le permite ser el mensajero de lo que hacen los promotores y creadores. Cubrir la fuente cultural le permite saber que hay personas dispuestas a invertir tiempo para elaborar obras y proyectos que embellecen la vida, "los creadores son en realidad, constructor de ideas, de sueños, de anhelos. Admiro su dedicación, profesionalismo y talento".
"Como comunicólogo, el contacto con la fuente cultural me ha permitido desarrollar mis habilidades en el manejo de la información, en la redacción, en el cuidado del lenguaje y del buen uso de la palabra. Lo mejor de todo: me permite conocer mi contexto, conocer la historia y las bellas artes. Como reportero, al estar en la fuente cultural, me da la certeza que puedo cubrir otras fuentes que hay en un medio de comunicación. La versatilidad que tiene la fuente cultural te permite explorar todos los géneros periodísticos, entre ellos la crónica, mi favorita".
Darwin Mendoza, inició hace ocho años en este oficio. Entró en agosto como becario del Diario de Chiapas, en donde fue capacitado y comenzó a conocer el medio gracias a la reportera de cultura Jeny Pascacio y el editor, Luis Gordillo. Sin embargo, por un malentendido, en 2014, provocó que dejara las oficinas del Diario de Chiapas. Posteriormente, Fabián Rivera, que en ese entonces era reportero del Cuarto Poder, dejaría la sección de Cultura y Espectáculos, dándole la oportunidad de ocupar ese lugar.
"Estar cubriendo la fuente cultural, es una de las bondades que me ha brindado el destino. La experiencia generada en estos años es de un constante aprendizaje. Cada día conozco algo nuevo, la cultura me sorprende. Sé que me queda mucho por aprender y, tengo que regresarle a la cultura lo mucho que me ha dado", comparte.
El Parral es el lugar donde nació, "el lugar de sus sueños". Diario piensa que está ahí, que camina sus calles, que ve a su gente y sus amigos: "Te confieso que al dormir, todos los sueños se ambientan en la casa donde pasé mi infancia, en mi escuela o en algún otro lugar de El Parral. Por ello, escribiré crónicas de este pueblo, aunque sea una plaquets, hablando de diversos temas de El Parral".
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