Por ✍️Gustavo Trujillo
Si tuviéramos que definir un western diríamos que es una cabalgata en una planicie ilimitada, donde un hombre común, sobre el galope de un caballo, va envuelto en una nube de polvo y se encarama en el estribo de un tren; también podría ser que en el sudario lunar de un desierto, un oscuro jinete, convertido en un perfil donde hombre y caballo se funden en una entidad zoológica, el jinete cabalga parsimoniosamente inclinado hacia adelante por el peso de una tarea que está herida por la melancolía; llega a una cantina donde un hombre lo espera, se observan mutuamente con insolencia y recelo, cargan la pantalla con electricidad contenida, se presiente que cualquiera puede morir en un instante después a manos del otro.
El western genera fieles y enemigos, fascina o repele, hay relaciones religiosas y profanas, durante mucho tiempo la mujer no tenia cabida más que como el estereotipo del a mujer atrincherada contra la avidez masculina, fue un género misógino sin ningún pudor.
La inglesa Cornelian Locke (Emily Blunt) al llegar a territorio norteamericano sufre una metamorfosis, el paisaje espectacular le provoca una atracción hipnótica y asombrosa, se convence de que para sobrevivir en un mundo de hombres habrá que tomar riesgos y asumir iniciativas; de pronto emanan de ella poderosas raíces telúricas, Cornelia quiere encontrar al culpable de la muerte de su hijo, la venganza es el eje motor del relato.
La serie se destaca por la proximidad estética de las tradiciones del western universal, su relato es expansivo con hermosas resonancias fílmicas del lejano oeste, la confrontación de dos mundos, el pasado que dejamos atrás y el futuro incierto al que nos enfrentamos, el fin de uno y el principio del otro.
Es un viaje narrado no en forma lineal, con piezas sueltas que el espectador tiene que ir acomodando, sin embargo, la habilidad del director hace que el relato no dependa de giros argumentales, sino de la bella relación que se establece entre los dos protagonistas principales, Cornelia y Whitt -un indio Pawnee, quien busca recuperar las tierras que le robaron-.
Los villanos suman y mucho, la serie tiene una galería de carismáticos antagonistas, tiene giros góticos y un halo de bruja malvada de cuento.
Cornelia es aguerrida, despiadada y sentimental, con una poderosa inquietud en su corazón, hay tintes melodramáticos de la mejor literatura clásica en una serie que no deben dejar de ver.
The English, serie de seis capítulos, es una producción inglesa-americana dirigida por Hugo Blick, y distribuida por Amazon y HBO Max.
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