Ante la nueva normalidad, por la pandemia de la Covid-19, la comunidad zoque de Tuxtla Gutiérrez, danzó el 16 de agosto, en honor a San Roque, afuera de su templo ubicado en uno de los cuatro barrios antiguos de Tuxtla Gutiérrez.
Con Sana Distancia y portando cubrebocas de paliacate, los bailes agradecieron al Santo, al dar paso a los siete sones ejecutados por música de tambor y carrizo.
La devoción al santo introducido por los franciscanos, a quien se le relaciona como el sanador de los enfermos, el santo de las pestes, inició su culto en Tuxtla Gutiérrez, a finales del siglo XIX, ya que, en esta época, hubieron pestes y epidemias en Chiapas.
Por tal razón, en este 2020, a cinco meses de la aparición de la Covid-19, es significativo ver a los bailes demostrando su devoción a un santo, que si bien no forma parte del sistema de cargos de la mayordomía, sí tiene su carácter de importancia para los tradicionalistas, feligreses y habitantes del barrio, quienes esperan que para el próximo año existan las condiciones adecuadas para celebrar al santo como en años anteriores.
SOBRE EL SANTO
San Roque, es un santo francés que curaba a muchos enfermos con sólo hacer la señal de la cruz. Si llegaban a morir, él los sepultaba, puesto que, nadie se atrevía a acercarse a los cadáveres por el miedo de contagiarse de la peste. En Piacenza, se informa, contrajo la enfermedad, y por tanto, se refugió en un bosque. Un perro llegaba con un pan para alimentarlo. El perro fue seguido por su amo, quien descubrió a Roque y decidió curarlo.
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